Y la vida se nos paró en seco...
el reloj dejó de contar minutos
para contar momentos.
Las calles se inundaron de silencio
y en lugar de tirar voladores o cohetes
abrimos las ventanas a las 8
que en mi tierra eran las 7.
el reloj dejó de contar minutos
para contar momentos.
Las calles se inundaron de silencio
y en lugar de tirar voladores o cohetes
abrimos las ventanas a las 8
que en mi tierra eran las 7.
Aprendimos a valorar...
a no mirar por encima del hombro,
a respetar a quien nos sirve
a ayudar al vecino
a sonreír con la mirada
sobrando las palabras,
compartiendo la esperanza.
Observamos...
vimos la valentía de los niños,
la humanidad del que vive al lado
y la perseverancia del que cuida
sin esperar ningún regalo.
La naturaleza cambió,
nosotros estamos cambiando.
Y no... la vida no paró...
la vida nos gritó de repente,
nos rompió en mil pedazos,
nos hizo llorar, desesperar, extrañarnos...
y no... la vida no paró...
tan solo nos demostró
que podía pararnos.
a no mirar por encima del hombro,
a respetar a quien nos sirve
a ayudar al vecino
a sonreír con la mirada
sobrando las palabras,
compartiendo la esperanza.
Observamos...
vimos la valentía de los niños,
la humanidad del que vive al lado
y la perseverancia del que cuida
sin esperar ningún regalo.
La naturaleza cambió,
nosotros estamos cambiando.
Y no... la vida no paró...
la vida nos gritó de repente,
nos rompió en mil pedazos,
nos hizo llorar, desesperar, extrañarnos...
y no... la vida no paró...
tan solo nos demostró
que podía pararnos.
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