En la oscuridad de la noche
escucho la triste balada
de un corazón que se adolece
ante el abismo de sus cruzadas.
En esa noche te demando un poema
para colgarme en su estrofa
para mecerme en esa rima delicada
que regala una sonrisa a mi alma.
En esa ennegrecida hora
mis ojos solo ven los versos
que abrazan mi cuerpo a lo lejos
mientras todo se llena de silencio.
En esa noche, solo en esa
mis alas se abren nuevamente
mi interior siente abiertamente
iluminando la oscuridad latente.
Y así, acabó esa noche
demandando poemas
regalando estrofas
que perduran en mi mente.
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